
En esta nueva entrega situamos a Stark tras la sombra de Los Vengadores y su misión de Nueva York, algo que no lleva demasiado bien, no duerme, tiene ataques de ansiedad y se ha dedicado enteramente a fabricar armaduras sin descanso, innovando en su tecnología hasta llegar a la friolera de 42 mecanismos de guerra. Pero como toda aventura de héroe hace falta un enemigo peligrosamente poderoso, el Mandarín, que quiere destruir todo cuanto rodea a las personas que le importan. Y para eso tendrá que poner a funcionar su extraordinaria mente y realizar múltiples peripecias para solucionar todos los problemas en los que acaba metido.
Robert Downey Jr. vuelve a hacer la mejor representación de Tony Stark sacando siempre el lado divertido e irónico a todo, el guión no ha podido ser mejor ya que sus diálogos son inteligentes de manera que no quieres que pare de hablar. Pero no sólo la parte divertida y energética destaca, el equipaje emocional y humano que soporta en esta película lo hace parecer de verdad algo más que pura fachada y excentricismo, lo que hace, si cabe, más interesante a este héroe metálico. Los personajes y actores que se unen a él no se quedan atrás en absoluto; Gwyneth Paltrow ha dejado atrás esa tímida Pepper Pots convirtiéndose en una mujer de armas tomar, y con el coronel James Rhodes encarnado por Don Cheadle, Stark y él han subido a otro nivel su amistad haciéndola más energética y entretenida, enganchado a ahora su armadura Iron Patriot (comentarios sobre ella que saca alguna sonrisa). Los malos en este caso los representan Sir Ben Kingsley con su impresionante personificación del Mandarín que deja a más de uno con cierta tensión y Guy Pearce encarnando a Aldrich Killian un pasado con muy malas pulgas. No olvidarse de la voz de las armaduras, Jarvis quien de alguna manera va pillando el humor de su jefe.
En definitiva no hay que perderse este siguiente impulso de Marvel procedente de la "Segunda fase" porque tiene todo lo que necesita: un extraordinario y brillante diálogo, increíble acción y un espectacular final (menudas armamaduras, a cada cual mejor)
Posdata: No olvidarse de la escena después de los créditos, una estupenda sorpresa.