"La Bella y la Bestia" cuenta la historia de Bella, una joven soñadora y entusiasta que vive en una pequeña aldea junto a su padre. Un día en el transcurso de un viaje, éste pierde el camino y acaba en un misterioso castillo, convirtiéndose en el prisionero de un horrible bestia. Ella, sin dudarlo, ocupa su lugar, quedándose atrapada para siempre. Pero, no todo es como parece, y el castillo junto con sus habitantes están bajo un hechizo y Bella será quién se de cuenta que en su interior, su captor no es tan horrible y que ella será la clave para su salvación.
Bill Condon se ha embarcado en esta aventura no exenta de riesgo y de la que ha salido satisfactoriamente reforzado de su experimento, dando al espectador una nueva experiencia de volver a sentirnos niños y mover los pies al ritmo de ¡Qué festín!. Y si nos ponemos a mencionar el casting es uno de los mejores que Disney ha podido encontrar. Emma Watson, nuestra querida Hermione, ahora es Bella, un papel que le sienta como anillo al dedo, y que no sólo nos presenta la dulzura original sino que refuerza el carácter independiente y fuerte de la heroína. Dan Stevens ("Downton Abbey")es el encargado de poner la personalidad a la bestia (creada por CGI)adentrándose mucho más en el pasado y el carácter del personaje y de deleitarnos con una canción nueva hecha por y para él, que anhela su propia y sentida esperanza. El Gastón de Luke Evans es egocéntrico, burlón y cuando tiene que serlo malvado; siendo por esto y por más aspectos más entretenido y menos pegajoso que el original. Su compañero más fiel LeFou, y gracias a Josh Gad ("Frozen")ha marcado la diferencia más notable, siendo el primer personaje gay Disney, y lejos de dar la alarma como han hecho algunos, en mi opinión, resulta hasta más interesante y en sus momentos clave, agradablemente cómico.
A la pareja animada de Lumiere y Ding Dong tienen el honor de ponerle voces Ewan McGregor y Sir Ian McKellen regalándonos una increíble brillantez e simpatía como sólo la tenían sus dibujos. Y Emma Thompson como la Sra. Potts es sin duda la ternura y amabilidad por excelencia. El reparto lo completan otros como Kevin Kline, Maurice, el padre de Bella o Stanley Tucci convirtiéndose en un anticuado piano.
La película no sólo ha remarcado los valores que tan concienzudamente se quisieron transmitir de la belleza interior, sino que ha expuesto una mundo visualmente espectacular, con todo lujo de detalles, con unos exquisitos y sobresalientes números de baile. La banda sonora un calco exacto del original, haciendo que una servidora cantara todas, y encantarse con alguna nueva añadida. La forma que ha tomado es entretenida, romántica y divertida con algunos matices y profundidad que harán notablemente que el niño/a que todos llevamos dentro cante de alegría y se ilumine tiernamente de amor.
Bill Condon se ha embarcado en esta aventura no exenta de riesgo y de la que ha salido satisfactoriamente reforzado de su experimento, dando al espectador una nueva experiencia de volver a sentirnos niños y mover los pies al ritmo de ¡Qué festín!. Y si nos ponemos a mencionar el casting es uno de los mejores que Disney ha podido encontrar. Emma Watson, nuestra querida Hermione, ahora es Bella, un papel que le sienta como anillo al dedo, y que no sólo nos presenta la dulzura original sino que refuerza el carácter independiente y fuerte de la heroína. Dan Stevens ("Downton Abbey")es el encargado de poner la personalidad a la bestia (creada por CGI)adentrándose mucho más en el pasado y el carácter del personaje y de deleitarnos con una canción nueva hecha por y para él, que anhela su propia y sentida esperanza. El Gastón de Luke Evans es egocéntrico, burlón y cuando tiene que serlo malvado; siendo por esto y por más aspectos más entretenido y menos pegajoso que el original. Su compañero más fiel LeFou, y gracias a Josh Gad ("Frozen")ha marcado la diferencia más notable, siendo el primer personaje gay Disney, y lejos de dar la alarma como han hecho algunos, en mi opinión, resulta hasta más interesante y en sus momentos clave, agradablemente cómico.
A la pareja animada de Lumiere y Ding Dong tienen el honor de ponerle voces Ewan McGregor y Sir Ian McKellen regalándonos una increíble brillantez e simpatía como sólo la tenían sus dibujos. Y Emma Thompson como la Sra. Potts es sin duda la ternura y amabilidad por excelencia. El reparto lo completan otros como Kevin Kline, Maurice, el padre de Bella o Stanley Tucci convirtiéndose en un anticuado piano.
La película no sólo ha remarcado los valores que tan concienzudamente se quisieron transmitir de la belleza interior, sino que ha expuesto una mundo visualmente espectacular, con todo lujo de detalles, con unos exquisitos y sobresalientes números de baile. La banda sonora un calco exacto del original, haciendo que una servidora cantara todas, y encantarse con alguna nueva añadida. La forma que ha tomado es entretenida, romántica y divertida con algunos matices y profundidad que harán notablemente que el niño/a que todos llevamos dentro cante de alegría y se ilumine tiernamente de amor.